Javi Vega (Yamaha) vuelve al Dakar. Lo hace después de lograr un excelente podio en la pasada edición, en la categoría Original by Motul y con su moto decorada y protegida por Uniracing. Pero ese segundo puesto ha resultado ser un arma de doble filo al dejarle sin opciones de puntuar. Así y todo, el piloto madrileño no pierde la ilusión y afronta su sexto Dakar nuevamente en una categoría que mantiene parte de la esencia del Dakar original.
¿Cómo te sientes ante esta próxima edición del Rally Dakar y cuáles son tus expectativas para este año?
Durante la temporada mis expectativas han ido cambiando ya que con la segunda posición conseguida el año pasado en la categoría Original by Motul este año quería salir a ganarla. Pero han cambiado el reglamento y ahora no te dejan puntuar si has hecho un top 30 o podio en Original en los dos últimos años porque ya no te consideran amateur. Se me cayó la estructura de todo el año de entrenamientos y ahora me queda sobrevivir a esta carrera, tomarla como una aventura, no caerme y disfrutarla.
Habiendo logrado un podio en la última edición, ¿cómo ha influido esa experiencia en tu preparación para este Dakar?
El podio no me ha cambiado la vida. Al final los entrenamientos son los mismos. No obstante, me entrené para ganar la categoría pero este año no va a poder ser. Como he dicho, voy a disfrutar de la carrera como dos semanas de vacaciones.
La categoría Original by Motul destaca por la autosuficiencia de los pilotos. ¿Cómo te enfrentas a los desafíos de mantener tu moto y equipo en condiciones durante la competición?
La esencia de esta categoría es que no permite ayuda externa. Sí podemos ayudarnos entre los pilotos y dejarnos piezas. Al final en pista lo que llevo es mi cajita de herramientas con las cuatro llaves básicas. Hemos unificado toda la tornillería de la moto para con estas cuatro llaves poderla desmontar lo máximo posible en pista. Además, la moto va protegida y decorada por la firma española Uniracing. Con un solo kit de adhesivos hemos podido hacer todo el Dakar cosa que con otros vinilos tuvimos que cambiar piezas donde más se rallaban. Y donde necesitamos más agarre, en rodillas y piernas, utilizamos el producto Dimple Grip, más resistente y con más grip. Además, Àlex (Ndr: Àlex Guillén, responsable de marketing de Uniracing) te da la confianza de poder llevar a cabo tus creaciones y hacer el diseño juntos. Él tiene muy buenas ideas, yo le doy otras. Las ponemos en común y al final diseñas la moto con la que te gustaría ir".
¿Podrías compartir algún aspecto clave de la preparación física y mental que has llevado a cabo para afrontar las duras condiciones del Dakar en moto?
La gestión física y mental es muy importante. Considero que casi un 70 % puede ser más mental que física. El Dakar no es una especialidad del off-road tan técnico como podría ser un trial. Tienes que hacer muchos kilómetros y tener la cabeza bien asentada para cuando vayas rápido no ir más allá de tus posibilidades o si te pierdes no desesperarte, relajarte, respirar y buscar tu camino. Otro aspecto es que el año pasado estuve trabajando con un psicólogo deportivo que me ayudó a relajarme. Es importante tener ese apoyo, trabajar esa parte mental. Sí, es importante en el Dakar. Y a nivel físico hay que hacer mucha moto y estar fuerte.
La navegación es fundamental en el Dakar. ¿Cómo te preparas para las complejidades de la lectura de roadbooks y la navegación?
La navegación es muy importante porque vamos validando way points o puntos de paso. Si te saltas uno el mínimo que te pueden meter son 15 minutos de penalización, que con esto puedes perder la carrera desde el día uno. La navegación hay que tenerla muy presente. Sí que es una carrera que hay mucha gente y muchas huellas pero puede llegar el momento que las huellas desaparezcan y tienes que llevar la navegación actualizada para mantener el ritmo y no perderte. Para entrenarnos hacemos diferentes carreras por la Península y vamos una vez al año a Marruecos ya sea a correr una carrera o entrenar en las dunas. Sí es verdad que en Europa se sigue un tipo de navegación y en Marruecos otra, más de seguir un rumbo.
¿Qué consejo darías a algún piloto que quisiera correr en Original?
Ahora ya no dejan competir en Original de buenas a primeras; antes debes haber corrido el Dakar con un equipo y al año siguiente ya te lo permiten. Es peligroso ir de nuevo sin conocer la carrera y para la organización es un poco pollo porque estaría todo el rato rescatando y por ahí se curan en salud.
Lo que he aprendido con Sara es la gestión del tiempo, es básico no puedes perder el tiempo para nada.
¿Hay alguna anécdota del Dakar que te gustaría compartir con nosotros?
Aventuras, anécdotas y ‘mini infartitos’ hay cada día. Creo que es lo que te engancha, cada día es una aventura y no sabes lo que depara la jornada, si vas a tener que ayudar a alguien en la pista, si te vas a perder... La anécdota que ha hecho del Dakar tan especial para mi es la pedida de mano de mi mujer, de Sara (ndr: Sara García también corre en Dakar en motos) en el podio de la llegada en 2020 y los cuatro años que lo hemos corrido juntos. Poder compartirlo con tu compañera de viaje no tiene precio.
Después de competir en varias ediciones, ¿cómo crees que ha evolucionado el Dakar y cuáles crees que son los mayores cambios desde tu primera participación?
Mi primer Dakar ya fue en Sudamérica. Quieren volver a los orígenes y creo que es imposible. Al final hoy en día prima la seguridad y lamentablemente el dinero manda. Para empezar, corremos en un país donde paga por tener esta carrera y no deja que salga de este país. Antes era una carrera lineal de París a Dakar. Además, está evolucionando hacia una carrera de motocrós y velocidad más que de resistencia. Por seguridad es mas fácil una organización así. Si un piloto top sale pronto y a las 12.00 horas está en el biovac es más controlable. Pero es una pena porque se intenta buscar la esencia del Dakar africano, pero no es posible. Intento participar en Original by Motul porque es de los pocos resquicios que pueden quedar del Dakar de verdad.